Una pared: sana, duradera, ignifuga y bella
Material príncipe de la "ética de la buena construcción", totalmente libre de emisiones nocivas, polivalente y caracterizado por una extensa gama de prestaciones estructurales, térmico-acústicas y estéticas, el ladrillo está suplantando el uso y "abuso" que se hace del concreto en los últimos años. Los diseñadores buscan hoy materiales sanos, de larga duración, que garantizan el ahorro energético, en conformidad con las últimas normativas y respetando los códigos sísmicos cada vez más rígidos. La tendencia de construir viviendas saludables y seguras, de larga duración y eficientes ha revaluado el ladrillo y sus características, convirtiéndolo en el protagonista de un sistema constructivo altamente eficiente y de bajo impacto ambiental.
Ventajas:
- Regulación de la humedad interior
- Ausencia de radiactividad
- Reducción de los puentes térmicos
- Durabilidad
- Menos hierro
- Edificio más atado
- Resistencia al fuego
- Aislamiento acústico
- Permeabilidad al campo electromagnético terrestre